Aquellos que tengan algún reparo con las nuevas formas que el concepto de familia está tomando en nuestra sociedad que se preparen, porque el ratón Mickey y Iron Man ya son pareja formal. Por el poder que 4.000 millones de dólares han conferido a la factoría Disney, ésta los declaró marido y roedor el pasado 31 de agosto. La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿será fructífero este matrimonio?
La noticia cogió desprevenido a todo Hollywood. Nadie esperaba que algo así sucediera, puesto que Marvel hacía poco que se había embarcado en una estrategia de producir sus propias películas en vez de vender las licencias de sus personajes más conocidos a otros estudios para que éstos hicieran la película. Quizás ha sido esta la razón que ha llevado al gigante Disney a engullir a la emergente Marvel. Y es que la productora de cómics ha seguido una tendencia de producir películas bastante rentables explotando personajes no tan populares entre los no entendidos del mundo del cómic. El ejemplo más claro es Iron Man que consiguió cosechar unos beneficios de 585 millones con un presupuesto de tan solo 140 millones de dólares, gracias a un guión inteligente y una buena apuesta por el actor Robert Downey Jr.
Sin embargo, algunos superhéroes como Spiderman o los X-Men tendrán que esperar para poder pasearse por el castillo de Walt Disney ya que los derechos de producción pertenecen aún a otras compañías. Por un lado, Sony tiene ya cociéndose las próximas 3 películas de Spiderman y la 20th Century Fox tiene los derechos sobre X-Men y sus respectivos spin-offs para la eternidad.
El único que parece salir perdiendo de este acuerdo galáctico es la Paramount, cuyos derechos de distribución de algunas de las franquicias de Marvel, como Iron Man o Hulk, van a dejar de reportarle ingresos en muy breves instantes.
Muchos se preguntan, si merece la pena comprar Marvel por la barbarie 4.000 millones, pues no hace falta recordar que esta factoría también es autora de enormes fiascos como The Punisher, Daredevil o Elektra. Para los ejecutivos de Disney, si lo merece, porque lo que tienen en mente trasciende las pantallas de cine. Aparte de ampliar el espectro de público al que Disney va a alcanzar ahora, Marvel les va a proporcionar una enorme cantidad de personajes nuevos con los que llenar la parrilla de sus canales de televisión, así como las estanterías de venta de merchandising.
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