NUNCA SUBAS AL ASCENSOR DEL SEATTLE GRACE

Cualquiera que siga "Anatomía de Grey" es consciente de que algo extraño tiene que estar pasando en el rodaje de la serie médica más vista en EE UU. Lo cierto es que las apasionantes vidas de los guapos doctores del Siattle Grace no tienen nada que envidiar a los complicados días de rodaje a los que se enfrentan en cada jornada los trabajadores de la serie.

Aunque a algunos ya casi se nos ha olvidado, "Anatomía de Grey" fue una gran serie en sus primeros episodios. Se convirtió en la sorpresa de la temporada y fue capaz de plantarles cara a los imbatibles agentes del "CSI" de Grissom. Cada semana reunía a más de 20 millones de americanos frente al televisor. Pero esto ha cambiado, aunque es cierto que todavía es una de las series más vistas (cerca de 15 millones cada semana la sintonizan). También obtuvo el beneplácito de la crítica, llegando a ganar un año el Globo de Ororo a mejor serie dramática. Este boom hizo que el ego de los actores aumentase como la espuma.

En el rodaje de la tercera temporada ocurrió el primer escándalo. Isaiah Washington (Preston Burke)al descubrir que su compañero T. R. Knight (Geaorge O'Malley)es homosexual le insultó por ello con todo tipo de comentarios homófobos. Esto no gustó a la creadora y jefa de la serie Shonda Rhimes, por lo que deció echarle del show al final de la temporada, dejando al personaje de Christina plantado en el altar. Y este fue sólo el primer escándalo.

El año pasado, Katherine Heigl (Izzi Stevens) demostró muy poco tacto al decir que no quería estar nominada a los emmy de ese año (galardón que consiguió por la temporada anterior) ya que sostenía que su papel no era lo suficientemente interesante como para estar nominada. Esto no gustó a lo guionistas de la serie, al sentirse muy criticados por su compañera.


Pero este año, sin duda alguna ha sido duro. Al comenzar la temporada, la cadena ABC (en la que se emite la serie) exigió que el personaje de la doctora Hahn (Brooke Smith) abandonase la ficción inmediatamente, ya que su trama lésbica con la doctora Torres no gustaba a los dirigentes de la cadena. Por ello, la despedida del personaje fue muy formaza, al desaparecer de repente, justificándose narrativamente con que el personaje había tenido una fuerte discusión con Torres y ella había huido, abandonándola.

Pero tuvimos que esperar hasta el final de la quinta temporada para ver uno de los momentos más apasionantes de la serie, producido precisamente por las fricciones dentro del casting.

SPOILER ALERT!
Cuando acaba la temporada, dos de los personajes más queridos de Anatomía de Grey están al filo de la muerte: George e Izzi. El resulta ser el héroe sin identidad que salva a una joven de ser arrollada por una autobús y ella debido a un fuerte cáncer que ya está en fase de metástasis entra en parada cardiaca, por lo que mientras nuestros protagonistas están intentando reanimarles, vemos en una metafórica escena como Izzi y George suben en el ascensor del hospital. Pero sólo uno de los dos irá al cielo en el primer capítulo de la temporada seis. y ese será George. El actor abandona la serie por que sostiene que no se siente a gusto con sus compañeros. De hecho su papel ha sido severamente recortado esta temporada y se niega a volver a la serie, a pesar de que la creadora lo quería para la premiere, en la que veríamos el último día de George. Pero esto nunca sucederá.

Por el contrario, Izzi se salvará, pero sólo de momento, ya que la actriz no es nada querida entre sus compañeros, que repiten hasta la saciedad su mal carácter. Personalmente, me ha parecido una buena opción que el personaje tenga cáncer, ya que la enfermedad podría reaparecer en cualquier momento y acabar con uno de los personajes más entrañables del sow médico.

Esta temporada seis promete muchas lágrimas, aunque desde luego si se mantiene el listón de los últimos episodios de la temporada cinco (con momentos tan buenos como el de la boda de Izzi y Alex), desde luego habrá merecido la pena verla, siempre y cuando claro está, los egos se relajen un poco y ninguno de los personajes suba en metafórico ascensor.